TURQUÍA | El estado de la libertad de prensa, en cifras
200
En los últimos cinco años, más de 200 periodistas y colaboradores de medios de comunicación han sido encarcelados en Turquía. De ellos, 13 permanecen entre rejas. Turquía sigue siendo una de las mayores cárceles del mundo para los profesionales de los medios.
48
Durante el año 2020, 48 periodistas pasaron al menos un día bajo custodia policial, entre otras razones, por aludir al destino de los refugiados sirios, por investigar la gestión de la pandemia de Covid-19 o por abordar la cuestión kurda.
27 años y 6 meses de prisión
Se trata una de las penas de cárcel más duras dictadas contra un periodista turco. El 23 de diciembre de 2020, el periodista Can Dündar fue condenado a 27 años y seis meses de prisión por “espionaje y colaboración con una organización terrorista”. La sentencia fue dictada en rebeldía, ya que Can Dündar vive exiliado en Alemania desde que intentaron asesinarlo en 2016. Los problemas judiciales del ex director del diario Cumhuriyet comenzaron tras la publicación de un artículo sobre la entrega de armas a grupos islamistas en Siria. El presidente Recep Tayyip Erdogan le hizo entonces una advertencia: ‘Quien firma esta exclusiva lo va a pagar muy caro. No voy a permitir que esto quede así’.
71 años
Es la edad del más anciano de los periodistas turcos encarcelados. Ahmet Altan sigue preso en la cárcel de alta seguridad de Silivri, cerca de Estambul, después de que el Tribunal Supremo de Turquía anulara, en julio de 2019, la pena de cadena perpetua a la que fue sentenciado junto con su hermano, Mehmet. Altan, y la periodista Nazli Ilicak en 2018. Estaban acusados de haber apoyado el intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016 al haber «difundido mensajes subliminales en televisión».
63 condenas por el delito de lesa majestad
Esta es la cifra de periodistas que han sido condenados por «insultar al presidente» Recep Tayyip Erdogan en virtud del artículo 299 del Código Penal, desde que fue elegido presidente de Turquía en agosto de 2014. A los periodistas también se les suele condenar al amparo de la ley antiterrorista, en particular, por pertenecer o apoyar a una organización ilegal. La ley de bancos y la ley del mercado de capitales también permiten procesar y condenar a los periodistas especializados en economía.
128.000 euros
Esta suma corresponde a la indemnización que Turquía debe pagar a ocho periodistas del diario Cumhuriyet que fueron encarcelados arbitrariamente en 2016 y que estuvieron presos durante casi un año. Este veredicto, emitido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) el 10 de noviembre de 2020, no es el primero en este sentido. Durante cinco años, el TEDH ha condenado a Turquía a pagar 234.760 euros en concepto de compensación a los profesionales de los medios.
154º
Turquía ocupa el puesto 154, de 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF.
139
Los periodistas turcos han sido víctimas de al menos 139 ataques en los últimos cinco años. Solo en 2020, fueron agredidos no menos de 18 periodistas.
160
Al menos 160 medios turcos se han visto obligados a cerrar. Las medidas del estado de emergencia se utilizaron no solo para cerrar los medios considerados partidarios del gülenismo, sino también para silenciar a medios pro-kurdos, como IMC TV, o de la izquierda, como Hayatin Sesi TV. Ambos luchan en los tribunales desde hace casi cinco años para poder volver a emitir.
90%
Este es el porcentaje de medios turcos controlados en la actualidad por inversores cercanos al poder.
1.358
Esta es la cantidad de artículos o enlaces a artículos censurados en 2020 por decisión de jueces de paz y a petición del presidente Erdogan, de su hijo Bilal Erdogan, de su yerno Berat Albayrak, de inversionistas cercanos al poder o incluso de personalidades políticas.
3.436
En los últimos cinco años han sido despedidos 3.436 periodistas que trabajaban para redacciones turcas. Solo en 2020, esta cifra se eleva a 215 periodistas.
276
Es el número de días de 2020 que estuvo suspendida la publicidad estatal en los periódicos críticos, de forma que estos medios se vieron privados de unos ingresos publicitarios esenciales para su supervivencia económica.