A medida que Venezuela se hunde en una crisis política, la censura de los medios de comunicación no gubernamentales es cada vez más flagrante y preocupante. En las últimas semanas se han registrado actos violentos de las fuerzas del orden contra periodistas que cubrían las manifestaciones, detenciones, confiscación de equipos, cortes de internet, e incluso la prohibición de programas informativos. Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia el desastroso ambiente en que trabajan los periodistas y pide al gobierno que respete la libertad de información.
Ahora que Venezuela vive días históricos y se encuentra sumida en una gran confusión, es casi imposible para la mayoría de los venezolanos tener acceso a información contrastada y objetiva. El 23 de enero pasado, cuando el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela y se registraron manifestaciones masivas y enfrentamientos en todo el país, ningún canal de televisión nacional transmitió el discurso de Guaidó. Los medios de comunicación independientes y críticos frente al presidente Nicolás Maduro que intentaron cubrir esta jornada histórica sufrieron ataques y presiones del gobierno.
Ese mismo 23 de enero, en Maracaibo (capital del estado de Zulia, al noroeste del país), miembros de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) entraron por la fuerza a las oficinas de Global TV, Noticia Al Día y Aventura TV, destruyeron los equipos informáticos y les retiraron la conexión a internet. El gobierno sacó del aire a Global TV, canal al que acusó de haber transmitido en vivo el discurso de Guaidó.
Censura y acceso parcial a la información
César Miguel Rondón es uno de los locutores más reconocidos del país. Presenta un programa matutino informativo y de opinión que lleva más de 30 años al aire, transmitido por el circuito Éxitos, de Unión Radio. El 24 de enero pasado, en su tradicional programa, el periodista lamentó no poder analizar al aire la crisis política que atraviesa el país, “porque las circunstancias no me lo permiten”. Poco después sacaron del aire su programa y el periodista denunció que padecían presiones directas de las autoridades: “no es autocensura, es censura pura y dura la que nos ha silenciado”, explicó el lunes 28 de enero.
También fue suspendida la señal del Canal de noticias 24 Horas de TVN (Televisión Nacional de Chile), que era trasmitido por el canal 708 de DirecTV. La sacaron del aire por orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel). Otros canales, como Venevisión y Televen, interrumpieron sus emisiones el 23 de enero, cuando Guaidó comenzó su discurso y juró su cargo como “presidente encargado».
La organización local Espacio Público registró, tan sólo el día 23 de enero, 17 ataques directos a periodistas; entre ellos, detenciones arbitrarias, confiscación de equipos, agresiones de la policía y del ejército.
“El encarnizamiento del Estado venezolano con los periodistas es contraproducente y aumenta el aislamiento del presidente Maduro”, señala Emmanuel Colombié, director de la oficina de América Latina de RSF. “La libertad de prensa corre peligro en Venezuela. El gobierno de Maduro debe dejar de censurar y obstruir constantemente el trabajo de los periodistas; asimismo, debería garantizar su seguridad. En este turbulento periodo por el que atraviesa el país, más que nunca, la libertad de informar es vital para todos los venezolanos”, añade.
Cortes de internet y regulación del ciberespacio
Además de la censura directa y de los actos de violencia, en enero se observaron en Venezuela apagones informativos no habituales y restricciones de acceso a las redes sociales, que son utilizadas masivamente por los opositores de Nicolás Maduro.
El 21 de enero, poco después de que un grupo de militares se rebelara contra el gobierno de Maduro en el estado de Zulia –acontecimiento que tuvo gran difusión en redes sociales y medios de comunicación digitales–, se registraron en la región cortes de internet, que afectaron sobre todo a los usuarios de Youtube y Google Search, así como problemas de acceso a Twitter e Instagram. El 28 de enero Facebook, Instagram, Youtube y Periscope estuvieron temporalmente bloqueados en el país, según informó la organización internacional NetBlocks. Asimismo, desde el 12 de enero no es posible acceder en Venezuela a la enciclopedia en línea Wikipedia.
Esta propensión a cortar el acceso a la Red resulta aún más preocupante teniendo en cuenta que estos apagones ocurrieron días después de que se conociera, por una filtración a la prensa, la existencia de un anteproyecto de “Ley Constitucional del Ciberespacio de la República Bolivariana de Venezuela”, con el que se busca ampliar las prerrogativas del gobierno para controlar el acceso a internet y su uso en el país. El 23 de enero, Reporteros Sin Fronteras se unió a una coalición de organizaciones defensoras de los derechos humanos -nacionales e internacionales- para denunciar este proyecto y expresar sus preocupaciones al respecto.
Finalmente, RSF recuerda que el periodista alemán Billy Six está detenido desde el 17 de noviembre de 2018 en la prisión militar El Helicoide, en Caracas. Un tribunal del estado de Falcón (al norte del país) lo acusó -sin presentar pruebas- de espionaje, rebelión y de haber ‘violado una zona de seguridad’. El 23 de enero de 2019 debía celebrarse una primera audiencia ante este tribunal, pero se canceló, ya que el periodista no fue trasladado de El Helicoide a Falcón. RSF pide que el periodista sea puesto en libertad inmediatamente y recuerda que éste tiene derecho a un juicio justo y legal.
Venezuela se encuentra en el puesto 143, entre 180 países, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de Reporteros Sin Fronteras. Ver también el Informe Anual de la organización.