AFGANISTÁN | Se cumplen once años del asesinato, todavía impune, de la periodista Zakia Zaki

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Reporteros Sin Fronteras pide una nueva investigación, imparcial y en profundidad, sobre el asesinato, hace hoy once años, de la periodista de investigación afgana Zakia Zaki, que dirigía la emisora de radio Sada-e-Solh (Voz de Paz) en la provincia de Parwan. Sus asesinos todavía no han sido identificados públicamente y llevados ante la justicia.

“Estos once años de impunidad de los responsables del asesinato de Zakia Zaki han sido once años que han animado a los que quieren ejercer más violencia contra las mujeres periodistas”, afirma Reza Mini, responsable de la oficina de Irán-Afganistán de Reporteros Sin Fronteras.

“Pese a que el gobierno de unidad nacional de Afganistán ha tomado medidas para defender la libertad de información, sobre todo mediante la creación de comités coordinados para la seguridad de los periodistas y los medios de comunicación, la muerte de Zaki nunca ha sido investigada de forma adecuada. RSF también pide a las autoridades que expliquen por qué desapareció el archivo de su expediente y por qué los autores e instigadores de este asesinato siguen gozando de libertad”, añade.

Zakia Zaki y su equipo, que empezaron Sada-e-Solh antes de que los talibanes fueran expulsados de Kabul en 2001, había recibido amenazas con frecuencia antes de ser asesinada por individuos armados que entraron en su casa la noche del 5 de junio de 2007 y le dispararon siete veces frente a su hijo de dos años.

Declaraciones contradictorias, expediente perdido

Abdul Manan Farahi, responsable del departamento antiterrorista del ministerio del Interior, anunció el 7 de junio de 2007, a las pocas horas del asesinato, que se había detenido a seis sospechosos vinculados con la milicia islamista fundada y liderada por Gulbadin Hekmatyar, Hezb-e-Islami. Pero todos los detenidos fueron puestos en libertad un año después.

Según la información recopilada por RSF y los comités de seguridad de los periodistas, la fiscalía de Parwan confirmó la detención de dos personas el día después del asesinato de Zaki, pero no dio más detalles. Desde entonces, no ha informado de nada y los servicios de seguridad todavía tienen que llevar a cabo una investigación seria sobre el caso.

En un informe de marzo de 2014 sobre libertad de prensa e impunidad en Afganistán, RSF detalló que se atribuía en principio el asesinato a los seguridades de Hekmatyar, y que el principal sospechoso, el líder del comando que mató a Zaki, había sido asesinado un año antes por fuerzas extranjeras.

“Era uno de los asaltantes que atacó la base militar de la región”, contó un oficial de la policía a RSF en aquel entonces. “El Gobierno sabía muy bien que era uno de los líderes locales de Hezb-e-Islami pero no sabía que estaba involucrado en la muerte de Zakia Zaki. Lo supimos cuando le encontramos su arma. Era el arma usada para asesinar a la periodista. El otro asaltante está en prisión por otros crímenes y un tercero también está aparentemente en la cárcel”.

Desde el asesinato de Zaki, decenas de mujeres periodistas han recibido amenazas, han sido atacadas o reducidas al silencio. Muchas de ellas se han visto forzadas a abandonar el periodismo por las crecientes amenazas que reciben y el peligroso clima que sufren las mujeres que trabajan para medios de comunicación en el país.

Encuesta a mujeres periodistas

El Centro para la Protección de Mujeres Afganas, organización social de RSF, presentó el pasado 10 de marzo en una rueda de prensa las conclusiones de la primera encuesta a mujeres periodistas y trabajadoras de los medios de comunicación en Afganistán.

Para llevar a cabo la encuesta se entrevistó a 324 mujeres de medios nacionales y locales en 32 provincias: 83 canales de televisión (incluidos tres redes por cable), 159 emisoras, cuatro agencias y 78 medios impresos (incluidos 19 diarios impresos), así como cuatro ONG de defensa de los periodistas y defensa de la libertad de información.

En total se cifró en 1.741 las mujeres que trabajan en estos medios, 764 de ellas periodistas profesionales. Las provincias de Kabul, Herat y Balkh son las que más mujeres periodistas tienen, y Khost y Wardak no tienen ninguna. La investigación confirmó el declive de la seguridad en Afganistán y su impacto directo en la presencia de mujeres periodistas en los medios de comunicación.

Afganistán ocupa el puesto 118 de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que elabora anualmente Reporteros Sin fronteras.

Consulta más información sobre Afganistán en el Informe Anual elaborado por RSF-España.