ARABIA SAUDÍ | Además de Jamal Khashoggi hay más periodistas saudíes desaparecidos

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide una investigación internacional independiente sobre el destino del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi, desaparecido desde que ingresó en el consulado de Arabia Saudí en Estambul hace una semana. Su desaparición se produjo en medio de una represión particularmente dura y opaca contra periodistas y blogueros saudíes.

Jamal Khashoggi, antiguo partidario del gobierno, se había impuesto a sí mismo el exilio en Estados Unidos, donde se había hecho un nombre como columnista y comentarista crítico con el actual régimen saudí. Huyó de Arabia Saudí el año pasado por temor a ser detenido, después de que se le prohibiese escribir en los medios e incluso publicar en redes sociales.

En la actual oleada de represión, al menos 15 periodistas y blogueros han sido arrestados de manera totalmente opaca en Arabia Saudí desde septiembre de 2017. En la mayoría de los casos, sus detenciones nunca han sido confirmadas oficialmente y ningún funcionario ha dicho dónde están recluidos ni de qué se les acusa.

Es el caso de Saleh el Shihi, un periodista cuya detención no se confirmó hasta febrero, cuando su familia supo que había sido condenado a cinco años de prisión. Desapareció en diciembre de 2017, pero su detención no se hizo oficial hasta que se anunciaron su veredicto y su sentencia.

La detención no reconocida también se utilizó para silenciar al respetado economista y periodista ciudadano Esam al Zamel. Su arresto se confirmó cuando, aparentemente, su juicio comenzó a principios de este mes, un año después de su auténtica detención por criticar la estrategia económica del gobierno en mensajes de Twitter, informes y análisis.

El periodista y comentarista saudita Turad Al Amri lleva desaparecido desde noviembre de 2016. En uno de sus últimos tweets, condenaba la represión de los medios de comunicación saudíes y, en particular, el bloqueo de un periódico digital para el que había escrito un artículo delicado.

Del célebre periodista y poeta saudí Fayez ben Damakh se perdió todo rastro en septiembre de 2017, cuando estaba a punto de lanzar un canal de noticias de televisión en Kuwait. Según los medios locales, fue secuestrado y extraditado a Arabia Saudí, aunque que esto no ha sido confirmado oficialmente.

«Los métodos tradicionalmente opacos utilizados por Arabia Saudí para silenciar a los periodistas críticos son motivos para temer lo peor en el caso de la desaparición de Jamal Khashoggi», señala Sophie Anmuth, directora de la oficina en Oriente Medio de Reporteros Sin Fronteras. «Pedimos una investigación internacional independiente para determinar lo más rápido posible lo que le ha ocurrido a Khashoggi».

Hasta el momento, no se han presentado pruebas que respalden ninguna de las diversas hipótesis sobre la desaparición de Khashogui: su asesinato, su traslado en secreto a una prisión saudí o la afirmación del gobierno saudí de que abandonó el consulado por su propia voluntad y luego se desvaneció en el aire. Mientras tanto, los medios de comunicación saudíes partidarios del gobierno están denunciando una conspiración mediática diseñada para manchar la imagen de su país.

Entre 25 y 30 periodistas profesionales y no profesionales se encuentran actualmente detenidos en Arabia Saudí, que ocupa el puesto 169, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de Reporteros Sin Fronteras. Ver también el Informe Anual de la organización.