ARGENTINA | RSF advierte sobre la creciente represión a la prensa durante las protestas pacíficas

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Las protestas en Argentina se están convirtiendo en escenario de una represión generalizada, con miembros de la prensa siendo blanco de las fuerzas armadas del país. Los actores de seguridad pública, que deberían proteger y garantizar la seguridad durante manifestaciones pacíficas, están, en cambio, obstruyendo deliberadamente la cobertura periodística mediante el uso de la violencia. Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena estos ataques y hace un llamado urgente al gobierno de Javier Milei para que detenga esta escalada violenta antes de que cause un daño irreversible a la democracia argentina.

El 28 de mayo, durante una protesta pacífica de jubilados frente al Congreso Nacional en Buenos Aires, Antonio Becerra, fotógrafo de Tiempo Argentino, resultó herido por gases lacrimógenos lanzados por fuerzas de seguridad federales. Lo mismo ocurrió una semana antes, cuando las fuerzas de seguridad agredieron violentamente a miembros de la prensa que cubrían una protesta. En esa ocasión, RSF registró ataques contra al menos nueve periodistas, tres de los cuales fueron detenidos arbitrariamente y liberados horas después.

“Los ataques contra periodistas durante las protestas representan una grave violación a la libertad de prensa. Esta política represiva está convirtiendo a los periodistas en blancos directos. Es una señal profundamente alarmante de retroceso democrático en Argentina. RSF denuncia la escalada autoritaria del gobierno de Javier Milei contra los periodistas y exige que se garantice la protección de los profesionales de los medios, para que puedan cumplir su rol de informar al público con libertad y seguridad”.

Artur Romeu | Director de RSF América Latina

Durante la manifestación del 21 de mayo, fuerzas militares, la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria agredieron violentamente a periodistas que cubrían los hechos. Mariana Nadelcu, fotógrafa independiente del diario Clarín, resultó herida y su equipo de trabajo fue dañado tras ser empujada al suelo por agentes policiales. El fotógrafo Tomás Cuesta, colaborador del diario La Nación y de la agencia internacional francesa AFP, fue golpeado por la policía y detenido, siendo liberado varias horas después. El periodista Pablo Corso, del canal de noticias La Nación+, fue herido por una bala de goma, y Diego Pérez Mendoza, camarógrafo del mismo medio, fue rociado directamente en el rostro con gas lacrimógeno. Lo mismo sucedió con la reportera Ayelén Berdinas y el camarógrafo Cristian Mourazos, ambos del canal IP Noticias. La periodista Lula Álvarez, del medio digital El Destape, y Nicolás Munafó, del canal C5N, también fueron agredidos por miembros de las fuerzas de seguridad.

Estos hechos confirman un patrón de violencia contra periodistas desde que el presidente Javier Milei asumió el cargo en diciembre de 2023. Las manifestaciones se han llevado a cabo semanalmente y la cobertura periodística ha sido reprimida con creciente violencia. El 12 de marzo, el fotoperiodista independiente Pablo Grillo, miembro de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (aRGra), resultó gravemente herido mientras documentaba otra protesta y permanece hospitalizado en estado crítico.

Argentina ocupa el puesto 87 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025 de RSF, habiendo descendido 47 lugares en los últimos dos años.