BIELORRUSIA | «El sistema Lukashenko», un año de represión brutal a la prensa

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Un informe conjunto publicado hoy por Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) examina la represión que el gobierno bielorruso lleva a cabo desde hace un año contra los periodistas, especialmente contra aquellos que cubrieron las masivas e inéditas manifestaciones pacíficas que pedían unas elecciones justas y transparentes tras las controvertidas elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020.

En el último año se ha hecho extremadamente difícil para los periodistas operar en Bielorrusia ante la constante escalada de la persecución, que ha incluido censura, multas, amenazas, detenciones arbitrarias y torturas.

Hace un mes, los días 8 y 9 de julio, la policía llevó a cabo cerca de 70 redadas en medios de comunicación y domicilios de periodistas, deteniendo, al menos, a 15 de ellos, entre los que se encuentran 4 que están siendo procesados por cargos de terrorismo. Estas cifras no son más que un ejemplo de lo que han sufrido los medios de comunicación independientes durante el último año de acoso, que no tiene precedentes desde que Bielorrusia se independizó en 1991. El informe de RSF y la OMCT describe el sistema de represión que se ha impuesto con el objetivo de silenciar a los periodistas.

 

29 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación están actualmente en prisión. La Asociación Bielorrusa de Periodistas, organización asociada a RSF, ha contabilizado cerca de 500 arrestos y detenciones de periodistas en el último año. Tras imponer inicialmente breves penas de prisión administrativas a los detenidos, las autoridades comenzaron a imponerles penas más largas por cargos penales en otoño de 2020. Las periodistas de Belsat TV Daria Chultsova y Katsiaryna Andreyeva fueron las primeras víctimas de la nueva política. Fueron condenadas a dos años de prisión por filmar manifestaciones.

Los procesos penales por cargos espurios se caracterizan por la prolongación de la detención provisional sin fundamento, la ausencia de toda investigación y la violación de las salvaguardias básicas que garantizan el debido proceso. Forman parte del arsenal de armas del gobierno para silenciar a los periodistas, al igual que el acoso institucional a los medios de comunicación, entre cuyas víctimas se encuentra el sitio web de noticias más popular TUT.BY. Este sitio ha sido bloqueado y varios miembros de su plantilla, entre ellos la redactora jefe, Marina Zolotova, están procesados por falsos cargos de evasión fiscal. Y la famosa Asociación Bielorrusa de Periodistas (BAJ), socia de RSF, de la OMCT y ganadora del Premio Sájarov 2004, se enteró el 21 de julio, a través de las redes sociales, de que el Ministerio de Justicia había iniciado un procedimiento para su liquidación. El 30 de julio, BAJ fue citado a comparecer ante el Tribunal Supremo, llamado a pronunciarse sobre el fondo del asunto. La audiencia ante el Tribunal Supremo se ha fijado para el 11 de agosto.

Cerca de 70 periodistas han sido también objeto de graves violencias por parte de las fuerzas de seguridad. El informe incluye detalles, y los relatos, de algunas de sus víctimas, como Natalia Lubneuskaya, del sitio de noticias Nasha Niva, que sufrió una herida en la rodilla cuando le dispararon deliberadamente una bala de goma, y el reportero de Hrodna.life Ruslan Kulevich, que estuvo detenido durante dos días a pesar de que los golpes de porra le habían fracturado ambas manos en el momento de su detención. Las condiciones de encarcelamiento son a menudo espantosas. La reportera de Belsat TV, Alena Dubovik, por ejemplo, fue hacinada con otras 50 mujeres detenidas en una celda destinada a cuatro personas, fue golpeada mientras estaba medio desnuda y se le negó la comida durante 24 horas.

Alexander Lukashenko, el nuevo depredador de la libertad de prensa que orquestó su reelección como presidente y ahora aterroriza a su pueblo, especialmente a los periodistas, llegó a secuestrar un vuelo civil para detener a uno de los pasajeros, el bloguero y periodista Raman Pratasevich. Su sistema de represión se describe detalladamente en el informe, que cuenta con anexos en los que se enumeran los organismos estatales, las organizaciones estatales y los funcionarios individuales presuntamente implicados en las diversas formas de persecución de los periodistas.

La prensa libre e independiente, pilar de la democracia, es el principal enemigo de Alexander Lukashenko en su afán por someter al pueblo bielorruso a su autoridad», declara Jeanne Cavelier, responsable del Área de Europa del Este y Asia Central de RSF, «los periodistas que luchan por informar a sus conciudadanos y al resto del mundo sobre los acontecimientos de Bielorrusia han sido acosados durante el último año, al igual que sus familias, y han sido objeto de una implacable persecución física, psicológica, judicial y económica». El informe publicado por RSF y la OMCT describe la determinación sin precedentes mostrada por las autoridades en su empeño por erradicar todos los medios de comunicación independientes. RSF hace un llamamiento a la comunidad internacional para que haga todo lo posible para detener esta persecución a las puertas de Europa y para que los responsables sean llevados ante la justicia».

Desde el secuestro del vuelo RF 4978 de RyanAir, el sistema de terror establecido por Lukashenko ha sido objeto de una investigación sin precedentes, abierta por el Fiscal de Lituania en base a su jurisdicción universal, por «secuestro de avión con intención terrorista», de acuerdo con la denuncia presentada en sus manos por RSF el 25 de mayo.

Bielorrusia ha descendido cinco puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de RSF y se sitúa ahora en el puesto 158 de 180 países.

 

Lea el informe aquí.

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